Un juego de cartas portátil de diseño español, en el que los jugadores irán desarrollando su mini-engine de cartas, utilizando mecánicas de drafting y set collection. Hay tres filas de cartas de distinto tipo, que se pagan con recursos de varios colores, y cada carta a su vez produce recursos que te permiten comprar cartas más caras que a la vez te dan puntos. También podés reservar una carta que no puedas pagar para comprarla más tarde y hay unas cartas especiales a la vista desde el principio que te dan un bonus de puntos... un momento...
Splendor???
Efectivamente, la core engine del juego tiene un aire muy similar, pero lo mismo podríamos decir de Dominion y Thunderstone, Machi Koro y el Punto y Banca, No Lo Testeamos y el Piedra Papel o Tijera, o The Colonists y el Bolero de Ravel, y no por eso estamos hablando de lo mismo.
Splendor es un juego que puedo sacar con mis chicos de 6 y 8 años, y eso puede ser una ventaja, o no. A veces puede resultar simple, blando, repetitivo y azaroso. Para salvar esos momentos, tengo el Emporion.
Emporion es un Splendor "gamer". Sin ser un gran salto en complejidad, logra multiplicar exponencialmente la profundidad de las partidas. Las combinaciones de cartas no son tan obvias, las estrategias están más diferenciadas, la mayor variedad de opciones te permite mitigar mucho más el azar, la temática está mucho mejor lograda y de tanto en tanto, en el arte aparece una que otra persona luciendo su encanto natural. :P
Para dar ese salto en complejidad, el diseño incorpora algunos elementos ingeniosos, como el ícono de los barcos para refreshear el área de draft y conseguir esos botines multiuso (el oro del Splendor) que te permiten saltar sobre esa carta justa que cierra tu combo.
El número y variedad de cartas disponibles es mayor, de manera que el aspecto táctico del juego es interesante en sí mismo. En general, hablar de un elemento táctico en los juegos de estrategia tiene una connotación negativa, pero aquí está bien integrado, porque en general siempre hay opciones atractivas, y como en Dominion, la decisión táctica tiene más que ver con el "tempo" en el que querés especializar tu engine.
Los mazos de cartas "especiales" son fundamentales para lograr eso. En vez de los poquitos personajes que tenés en el Splendor, acá son dos mazos enteros de poderosas cartas que alimentan poderosas combinaciones. La tensión que generan entre los jugadores a medida que se van revelando es genial, y sucede constantemente durante la partida.
Finalmente, otra mecánica que ayuda a sazonar las estrategias es el bloqueo de la fila de la que se acaba de tomar una carta. Esta. combinada con que draftear cartas especiales de cada color particular es una habilidad puntual de algunas cartas básicas, genera toda una sensación de los juegos de worker placement, donde la interacción indirecta te hace levantar la vista de tu engine y planificar teniendo en cuenta ese héroe del jugador en ronda antes que vos.
Como nota de color, me parece además relevante destacar el pulido que le han puesto a la temática histórica. Los nombres de cada carta no son personajes genéricos o inventados, sino que tienen relación con los personajes, dioses y sitios arqueológicos de la más antigua polis griega en la península ibérica. Una devoción por el detalle encomiable.
En resumidas cuentas, para alguien que podría pasar la vida sin volver a jugar Splendor, o Machi Koro, o Ticket to Ride Europa, salvo que sus pequeños se lo pidan, Emporion con la misma inversión de tiempo y dinero, me ofrece todas las calorías que busco en un juego corto, atractivo, accesible y portátil.
Muy recomendable.
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