Como ya lo habré dicho unas setecientas veces, mi diseñador favorito de juegos casuales es Roberto Fraga. Sus creaciones son una mezcla de locura y originalidad, que se conjugan en diseños fuera de los estándares corrientes y nos invitan a redescubrir nuestra capacidad de relajarnos y reírnos.
Uno de los tipos de juegos que más me llamaron la atención de Roberto, son los que he denominado a los fines de este artículo como "juegos atléticos". Es un paso más allá en la tradicional mecánica de destreza que usualmente involucra sólo las manos. En estos juegos, todo el cuerpo entra en juego, así como el ambiente alrededor. Son un puente entre los juegos de patio y los juegos de mesa, que a los diseñadores puede abrirnos el horizonte de lo que podemos considerar el "área de juego".
Squad 7 (2002) es de los primeros juegos que probé, concebido bajo esta perspectiva. Durante la partida, los jugadores irán sucesivamente sacando cartas en tiempo real, las cuales cualquiera podrá tomar para conseguir tesoros. Pero cuidado con apresurarse! Algunas de ellas tendrán pequeños detalles de trampas dibujadas, que eliminarán a uno de los integrantes de nuestra expedición.
Hasta aquí, es un cotidiano juego de rapidez visual y destreza manual.
Pero Squad 7 también incorpora una pista con sonidos de la selva, que se va reproduciendo durante la partida para marcar el día (tambores rápidos) y la noche (tambores lentos). Tomar un tesoro de la noche durante el día o viceversa, también elimina un miembro de nuestra expedición. Cada tanto, un grito escalofriante sacudirá la musicalización para indicar que un miembro de la expedición del jugador en turno ha fallecido. Así que a no demorarse!
Pero la locura no termina ahí :)
El juego también incorpora unas pistolas de sopapas, con las que en ocasiones deberemos (literalmente) disparar a cartas con dibujos de monstruos desplegadas en la habitación alrededor de la mesa de juego. En otras ocasiones, deberemos correr alrededor de la mesa para escapar de ellos.
Aquí es donde me quisiera detener para hacer notar cómo el espacio alrededor de lo que comúnmente se considera el área de juego se integra en la propia dinámica de juego.
Dancing Eggs (2003) es un segundo juego de Roberto Fraga que explora esa misma mecánica de destreza potenciada por el uso del cuerpo y el espacio de juego concebido más allá del área de juego.
En esta oportunidad, los jugadores tirarán dados que en cada una de sus caras representan consignas que los jugadores deberán cumplir en simultáneo y en tiempo real para conseguir (otra vez, literalmente) huevos, que son puntos. Las consignas varían desde tomar primero los dados o el huevo, hasta correr alrededor de la mesa o hacer una sentadilla y con un "cot-coot!" como gallina.
Lo original de este diseño, es que los puntos (huevos) que obtiene el jugador, debe llevarlos en su cuerpo para manternerlos (entre sus piernas, sus brazos, su axila, su cuello) ya que si se caen los pierde. Todo esto, mientras continúa cumpliendo con las consignas atléticas de la propia dinámica. Una especie de "catch-up mechanism" que equilibra las cosas :P
De esta forma, no sólo los alrededores de la mesa se integran a la dinámica, sino también el cuerpo de los propios jugadores se convierte en un área de juego.
Siendo un gran aficionado a los dos anteriores juegos, no tardó en llamarme la atención el próximo lanzamiento del Soqquadro (ed. Cranio Creations), programado para ser presentado en la feria Spiel, en Essen de este año.
Este diseño de Simone Luciani y Daniele Tascini (el genial dúo creador de "Sheepland" y "Tzolk'in: The Mayan Calendar") retoma el concepto de integrar el ambiente al área de juego, pero da un paso más allá, convirtiendo los elementos del ambiente en componentes del juego.
Hay elementos comunes que me remiten a los juegos anteriores, pero con algún toque particular que los diferencia. Durante la partida, los jugadores tirarán simultáneamente cada uno su dado en tiempo real y obtendrán cartas con consignas o acciones para administrar esas cartas en su mano, ya que hay diferentes mazos de donde escoger. Los jugadores pueden continuar tirando sus dados cuantas veces quieran hasta que el juego finalice.
Las consigna básica es correr por el área de juego (la habitación o habitaciones) y encontrar un objeto que se ajuste a la consigna, tomar dicho objeto, y llevarlo consigo hasta la mesa para puntuarlo. Al igual que en el Dancing Eggs, los puntos son objetos, pero los objetos ya no son componentes del juego, sino que cualquier objeto puede convertirse en un componente del juego. Eso sin duda integra el espacio a la dinámica! :D
Eventualmente, el juego termina, y otras cosas, pero creo que la mecánica básica se entiende :)
Ahora bien, atraído por el juego, he podido conseguir esta información por adelantado (las cartas en la foto no son el diseño final, sino componentes para el testeo) gracias a Andrea Ligabue (Tanti grazie Liga!) uno de los organizadores de la convención PLAY en la ciudad italiana de Módena. Si no conocen nada sobre PLAY, les recomiendo echarle un vistazo. Cada año que pasa tiene más y más atracciones. Ni bien pase esta malaria y me haga rico escribiendo sobre juegos voy a ir... :o/
Creo que la idea del juego es genial en términos de diseño, pero no es difícil imaginar que el tema será encontrar un lugar y un grupo donde jugar algo tan vertiginoso. Habiendo jugado Dancing Eggs con unos brutos grandulones como mis amigos, inicialmente el concepto hasta me pareció peligroso! :D
Pero leyendo las reglas (no me las pidan, son supersecretas!) entendí que si bien la acción es simultánea, cada jugador está trabajando sobre sus propias consignas, de manera que ya no se trata de abalanzarse primero sobre un objeto determinado (y morir aplastado por los demás).
Además, también existe una tarea de encontrar la combinación de consignas verosímil en atención a los objetos que se encuentran en el área de juego. Esto es incluso más importante que salir corriendo a buscar lo primero que nos toque en las cartas. Por ejemplo, si jugáramos en el jardín, la estrategia ideal sería lograr una consigna de conseguir un objeto "verde".
A pesar de mis temores iniciales, entiendo que como todo juego, requiere su gente, su momento y su lugar. Un salón de clases, un playroom, un jardín o un grupo de amigos más civilizados que los míos sin duda permitirá disfrutar de este divertido nuevo miembro de la familia de "juegos atléticos".
Links a los juegos mencionados en BoardGameGeek (en inglés)
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