Diseñador: Cyril Demaegd (Amyitis)
Editora: Ystari Games / Rio Grande Games
Jugadores: 2 a 4 (mejor con 4)
Tiempo: 90 minutos
Tema: Oriental / Medieval / Económico
Mecánica: Control de Área / Engaño / Especulación
Varias veces me preguntaron cuál es mi juego preferido, y realmente no es fácil para mí responder. Creo que cada juego tiene su encanto y elegirlo es como buscar pareja, es una decisión muy personal. En mi caso en particular, tengo que reconocer que tengo algún gusto exótico (estoy hablando de juegos de mesa!) y en general trato prudentemente de evitar sonar como esos críticos de cine que hablan maravillas de la última película senegalesa sobre la amistad entre un niño y un baobab (o algo así, no tengo idea de cine). De todos modos, como ser excéntrico no tiene que restarle méritos a una talentosa creación, voy a comentarles sobre un título en el catálogo que personalmente considero uno de mis favoritos, y por supuesto, no está ni remotamente cerca de ser uno de los más vendidos.
En este genial juego de especulación, engaño y astucia, los jugadores personifican los príncipes-mercaderes de Ys, una bulliciosa ciudad portuaria en la antigua China. Utilizando astutamente su red de comerciantes, especulan con la compra y venta de piedras preciosas para obtener riqueza. Durante cada turno, los barcos con gemas llegan a los puertos de la ciudad. Para obtener esas gemas, hacer subir los precios de ellas en el mercado, y obtener más cartas de acciones, los jugadores deberán colocar sus comerciantes en lugares estratégicos del tablero. Como la habilidad de cada uno de estos comerciantes puede o no estar a la vista, existe un muy interesante componente de riesgo y engaño. Cada turno es como si cada área del tablero se estuviera subastando, y nadie sabe cuánto está ofreciendo cada participante.
Como una nota personal, en la mecánica clásica de Peones (worker placement) nunca me terminó de convencer la idea que si uno pone su trabajador en un lado, nadie más puede realizar esa acción. Este juego logra salvar esto con una utilización excelente de los recursos compartidos y la información imperfecta. En rigor, todo está al alcance de todos y salvo por las cartas que salen, la aleatoriedad del juego se basa únicamente en las acciones de los propios jugadores. Por ello, la clave del juego es poder dilucidar las intenciones de tus oponentes y a la vez, confundirlos para que no adviertan las propias. Nuevamente, la maestría de “ocultar lo que está a la vista”. De esta forma, Ys contiene toda la tensión de la competencia sin tregua, en la que sólo el más inteligente y audaz de los jugadores triunfará.
Ys es un excelente ejemplo de los eurojuegos de estilo francés. Estos tienen en general una dinámica más interactiva que los eurojuegos de estilo alemán, una ambientación más temática, y reemplazan el factor aleatoriedad (suerte) por un esquema de decisión con información imperfecta. Para hacer un paralelo, si dividimos al mundo entre quienes les gusta uno u otro tipo de juego de cartas tradicionales, este sería para quienes les gusta el Truco. Hmmm… me acaba de caer la idea para otro artículo. En fin. Si les gustan las películas senegalesas como a mí, no dejen de probarlo. Si les interesa este tipo de dinámica de juego, también pueden consultar el juego Revolution! (de Steve Jackson Games) para ver cómo este mismo concepto se materializa en un eurojuego de estilo norteamericano.
Edición en idioma inglés (no requiere manejo del idioma). Reglas en Español y Hoja de Ayuda impresas aparte.